
No había duda de que el viaje a la Riviera Maya sería una buena experiencia, pues es éste un sitio que se vende por sí solo: el color del agua, la arena, la abundante vegetación, la diversión en todo su auge.

Nuestro punto sede fue Playa del Carmen, un pueblo cuyo desarrollo turístico es muy amplio. Hay que admitir que de pronto ver tal cantidad de extranjeros, sitios de interés con letreros en inglés y precios en dólares llega a ser abrumador, pues como mexicanos no nos gusta sentirnos en otro país en nuestro propio territorio, pero también es innegable que la belleza visual de este sitio lo compensa. Playa del Carmen se mantiene como un pequeño pueblo, pero moderno y a tan solo un paso se puede llegar a las playas que asombran con la transparencia del agua del mar. El ambiente y la vibra de este lugar lo hacen un espacio muy
recomendable para unas buenas vacaciones.Por este rumbo visitamos varios parques, el primero fue uno que acababa de inaugurarse ese día o el día anterior, su nombre es Xplor y lo atractivo por aquí es que aprovecharon las grutas naturales para instalar carros híbridos, lanchas, tirolesa y nado por las cuevas. ¿Qué tan bueno para la naturaleza es todo esto? Suponemos que no tan recomendable pues es inevitable dañar estos espacios por más que los cuidados sean extremos, pero lo que sí es un hecho es q
ue uno pasa un buen rato paseando por este lugar.En este recorrido por parques, no podía faltar Xcaret. Teníamos nuestras dudas de ir aquí pues se nos hacía un sitio demasiado superficial, prehecho para los turistas y aunque hay un poco de cierto en eso, el hecho es que Xcaret tiene toda la estructura y cuidado de un lugar de primer nivel, pues las instalaciones se mantienen bien, la organización es de calidad y los es
pectáculos están cuidados con excelencia. Aquí hay que decir que el show nocturno de Xcaret, fue un fenómeno para todos, pues no nos esperábamos algo tan bien realizado, la producción es muy buena y el espectáculo es realmente emotivo y entretenido, nada de improvisacion
es, ni codeces, este show tiene el dinero necesario para una producción que compite con cualquier otra de primer mundo y lo que nos dio más orgullo es saber que está hecho con mano de obra mexicana y que habla de algo auténtico mexicano explotando la riqueza cultural de este hermoso pa
ís.Un poco más alejados de Playa del Carmen, nos extasió
Tulum, este lugar es para los más aventureros, a los que les gusta acampar en la playa u hospedarse en cabañas con los servicios básicos, con una caminata por la arena con vista a ese mar maravilloso mar, caímos en la cuenta de que valió la pena viajar hasta aquí.Lo que más nos llamó la atención en toda esta experiencia fue un tour al que llaman “la aventura maya” que consiste en visitar las comunidades mayas cercanas a Playa del Carmen, pue
s a decir verdad, con la experiencia de todos los viajes que hemos realizado, nos esperábamos algo más rudimentario y no, pues resulta que la inversión dentro de las comunidades fue grande, los paseos cuentan con toda la infraestructura para llevarte hasta los cenotes (que en lo personal pienso que son de las cosas más bellas que tiene l
a naturaleza), a escalar, a hacer rappel y todo esto abierto para todo público, pues está tan bien montado que no hay que ser un experto para realizar las actividades, la verdad es que esto nos causó un shock que aun no acabamos de asimilar, pues por un lado está muy bien que el acceso a estas bellezas y a actividades tan diversas sea tan sencillo y bien hecho, así más personas pueden apreciar y conocer
estos sitios, pero también es un tanto extraño ver una infraestructura turística tan desarrollada en medio de una comunidad maya donde los que habitan ahí tienen que ir caminando kilómetros a las escuelas y viven en condiciones de pobreza, es un contraste muy extraño y podríamos a
nalizarlo y divagar en torno a él por muchas cuartillas.Snorquelear, fue una de las cosas más divertidas que ocurrieron en la Riviera Maya, pues muy cerca de la orilla ya se podían observar cantidad de peces y de animales marinos que se mueven con estética y cadencia. Es cierto que sabemos tan poco de lo que hay debajo del mar y es todo un mundo, otra forma de vida completamente diferente.
Durante todo el viaje nos surgió la curiosidad y la idea de no regresar al hogar y mejor irnos hasta Cuba que a la orilla de este mar parece tan cercano… y los dejamos c
on la duda de lo que habrá pasado ¿habremos dejado a Mariazel nadar hasta allá? ¿se habrá quedado todo en sueños y en vez de ir al extranjero, volvimos a casa? O ¿nos habremos ido todo el equipo a grabar Valles 4 Calles hasta Cuba? … eso muy pronto está por saberse.












